DEPILACIÓN LÁSER
La depilación mediante luz L.A.S.E.R (Light Amplification by Stimulated Emisión of Radiation), produce la destrucción selectiva del bulbo piloso mediante un intenso haz de luz, y como consecuencia la caída de ese vello, sin que ello ocasione daño alguno al resto de las estructuras de la piel. Ésta es la depilación más moderna, segura y prolongada que existe. Para ello disponemos de equipos de última generación CANDELA GentleLASE.
El GentleLASE (innovador sistema de láser de alexandrita de larga pulsación y alta energía) emite un suave haz de luz que pasa a través de la piel hasta llegar al folículo piloso, donde es absorbido. La energía del láser se transforma en calor, eliminando definitivamente el folículo sin afectar la piel que lo rodea. El vello no vuelve a crecer. Durante el tratamiento la piel está protegida mediante un proceso de enfriamiento dinámico (pulverización de gas criógeno sobre la piel) sobre las capas superiores evitando posibles molestias en la paciente. El haz de luz emitido es absorbido por el pigmento del vello (melanina), cuanto más pigmento tenga el vello mejor será la absorción del láser y se obtendrá una mayor efectividad. Por ello, cuanto más oscuro (negro) y grueso sea el vello mejor será el resultado. En vellos claros y finos el resultado será menor. También el pigmento de los tatuajes impide depilar sobre ellos ya que los eliminaría. Por último cabe aclarar que los vellos que carecen de pigmento melánico (canas) no serán afectados por el láser. Dado que la melanina que le da coloración al vello es la misma que le da coloración a la piel, es indispensable para el éxito del tratamiento y para evitar complicaciones, que la piel esté lo menos pigmentada posible por el sol. Como la energía penetra a través de los pigmentos, no se puede efectuar el tratamiento sobre zonas con vello pero pigmentadas por tatuajes, dado que al competir los pigmentos, el sistema quemaría los tatuajes además de quemar el vello.
Cabe aclarar que la depilación láser es el tratamiento de elección en la foliculitis o vellos encarnados, ya que aún estando dentro de la piel, aquellos bulbos que se encuentran en la fase apropiada (anágena) el láser es captado igual por el mismo (se ve perfectamente desde el exterior el edema perifolicular) y la piel se encarga de expulsar dicho vello por el poro por donde debió haber salido siempre y sin dejar marcas.
Dado que el vello crece por ciclos, el número necesario de sesiones depende del tipo de piel y de la coloración y dureza del vello. Se necesitarán varias sesiones de tratamiento ya que el proceso solo es eficaz en el vello que se encuentra en la fase de crecimiento de su ciclo de vida. Este proceso natural se divide en tres etapas: Anágena (crecimiento activo); catágena (involución) y telógena (caída). Éste ciclo es cumplido por cada vello varias veces a lo largo de la vida y en forma ininterrumpida. Cada vello del cuerpo va pasando, sucesivamente, por cada una de las etapas. En un tiempo determinado, el vello del paciente se encuentra en alguna de las tres fases en distinto porcentaje. Por ejemplo: En las axilas el 30% de los vellos existentes se encuentran en la fase anágena (por lo que un 70% del vello, que no vemos crecerá en un futuro cercano) y la duración de la fase telógena es de aproximadamente 3 meses en esta zona. Solo los vellos en fase anágena o de crecimiento serán afectados por la depilación láser (en cada sesión solo se es eficaz en el 30% del vello). Los vellos que se encuentran en fase catágena o telógena aparecerán al cabo de 3 meses como vellos que vuelven a crecer (en menor cantidad) es en este momento donde podrán ser afectados por el láser (un 30% de ellos que son los que se encuentran en la fase correcta -anágena-). De esta manera irán disminuyendo progresivamente la cantidad de vellos que vuelvan a crecer, y así sucesivamente hasta terminar con todos los vellos. Se trabaja por áreas y antes de cada disparo con el láser, el paciente sentirá sobre la piel un spray refrescante (gas criógeno). El procedimiento puede durar entre unos minutos hasta una hora (esto dependerá de la extensión de la zona a tratar). La zona tratada puede adquirir un tono rojizo durante los 30 minutos posteriores al tratamiento, esta condición puede durar entre unas horas hasta varios días. Terminado el tratamiento el profesional aplica una crema para descongestionar la zona tratada. No se debe estar bronceado al momento de realizar el tratamiento. No se permite exponerse al sol, ni camas solares, ni cremas autobronceantes como mínimo 15 días antes y hasta transcurridas 2 semanas desde la sesión o hasta que el médico lo permita. En el caso en que deba exponer el resto del cuerpo, deberá proteger la zona tratada con pantalla total 50+. Evitar la decoloración del vello. No utilizar sistemas de arrancamiento como método depilatorio (pinzas, cera, máquinas eléctricas que depilen arrancando, etc.), solo crema depilatoria, tijeras o rasurado. Si posee antecedentes de Herpes perioral, puede prescribirse una terapia profiláctica antiviral. Si su piel esta bronceada o es de coloración oscura o está manchada por otros métodos, puede comenzar a aplicarse una crema aclarante 4 a 6 semanas antes de comenzar el tratamiento. Si bien no produce ninguna alteración, preferimos evitar el tratamiento durante el primer trimestre del embarazo. La depilación láser tiene un muy alto porcentaje de éxito (probablemente mayor al 90%), aunque éste es variable según las características de cada paciente, que pueden condicionar el resultado final dado que cada paciente es única. Si bien en muchos casos no ha vuelto a producirse crecimiento de vello, puede encontrarse la aparición de este al cabo de 4 o 5 años. Este vello es escaso y fino, y puede tratarse nuevamente.